Me gusta tu mirar
como entre cierras los ojos
como respiras
como dejas ese entrecejo de tus labios
donde solo puede salir un leve respiro tibio de tus adentros.
Tomo tu cabello y lo extiendo
viajan mis dedos desde la raíz de tu cabellera
hasta el final de tus puntas.
Y mis manos buscan enredarse en tus hebras
buscan envolverse de ese olor
de esa suavidad de terciopelo
de ese relajante sentir
que se vuelve barca sobre tu mar de cabellos.
Tu vista encarcela la mía
tu nariz, es una daga que hace un corte fino
bajando por mis labios
mi mentón
y mi cuello
hasta llegar a mí pecho.
Te quedas allí en mi pecho
y deseas ir probándome de palmo a palmo
como si fuese la última vez que lo fueses a hacer.
Te vuelves vampira
y con un leve mordisco
te apoderas de mis tetillas.
Me conoces
sabes que en ese punto, literalmente,
flaqueo.
Allí te quedas tambaleando con la punta de tus labios
haciendo de mí respirar, un aire mas hondo
mas apasionado
mas de entrega.
Tus manos son inquisidoras.
Hurgas apaciblemente debajo de mí
y te encuentras que ya estoy firme y rígido.
Comienzas a demarcar lo que es tuyo con tus labios
uno
otro
y uno más
así vas y me impregnas de ti, en cada beso.
Captas cada aroma de mí alrededor
pues asi, te dejas envolver
y yo me dejo tomar por ti.
Vas con tu lengua rugosa
barnizando con tu humedad toda mi masculinidad.
Te extiendes en toda tu magnitud
y todo ese rio de ti
de tu humedad sebosa
me baña tibiamente.
Vas desde lo mas bajo,
viéndome otra vez,
y asi como asi
cierras tu ojos
siendo muy lenta
muy instintiva…casi como una pantera.
Llegas a la cúspide
te posas cual ave percibiendo su entorno
y en un abrir y cerrar de ojos
allí, en el cenit de mi masculinidad…revoloteas.
Comienzas un batir y rebatir
de una magnitud casi sideral, universal, divino.
Único.
Vuelves a abrir tus ojos
y te das cuenta como me tienes
puedes ver como es de incontrolable mi casi quietud
puedes y quieres dominarme… y lo logras.
Sigues y sigues
una y otra vez me devuelves a mí,
cada aleteo que te di a ti.
Te detienes nuevamente y de forma rápida y fugaz,
desaparece de mi vista
toda la extensión de mi masculinidad.
Me arropas por completo
y siento de ti,
toda la tibieza y cobijo de tu boca.
Tu boca es el lar en donde reposo con lo celestial de tu calor.
Y así vas recorriéndome de un punto a otro,
subes
bajas
subes
bajas
muy muy rápidamente
y una vez más
me engulles salvajemente,
mientras tus manos se extienden alrededor
propinándome caricias extendidas en mis sudadas piernas.
Oigo cada chapoteo
y cada uno de ellos,
me hablan y me dicen con ese sonido,
cuanto es tu grado de deseo por mí
es increíble como percibo hasta donde ascienden tus instintos más carnales.
Los oigo como si fuesen olas que van y vienen a la orilla de la playa
son tal cual a melodías clásicas
entremezcladas con el canto relajante del chillout.
Me empapas una y otra vez
eres muy ansiosa y hambrienta
la intensidad de tus sorbidas van en un ascenso vertiginoso.
Te concentras y te adentras en devorarme mas y mas
mucho más fuerte
mucho mas intenso
muy frenético
mas y mas enardecida subes y bajas una y otra vez.
De pronto…
Espirales de múltiples sensaciones comienzan a nacer desde lo más adentro de mí.
Espasmos huracanados comienzan sismos
teniendo como epicentro todo el centro de mi masculinidad.
Siento subir rápidamente muy fuertemente
un arrebatador caudal de tibieza.
Viene a alta velocidad,
se acercan
vienen a mitad de camino
siguen y siguen y siguen
y ya están más cerca de la cúspide.
De repente,
mi mente queda en nulo…
en un absoluto despeje del tiempo.
Y es así como,
en un vaivén de tormentosas sensaciones,
aunado a profundas e intensas bocanadas de aire,
siento como emerge de mí
un primer estremecedor, sensacional y explosivo,
estallido de tibieza.
Es tan potente, fuerte e impredecible
que me fue imposible avisar su inevitable venida.
Así como el primero,
llega un segundo estallido
siendo esta vez un tanto más fuerte y extenso.
Percibo como este segundo estallido
me levanta
y hace que tome nuevamente tus cabellos
fuertemente haciendo que te aferres más a mí.
Bebe de mi lo que buscas
embriágate de mi ser mientras te tomo con mas sometimiento.
Me gusta la manera en que sigues allí
toda llena de lujuria
permitiendo que con mi tercer estallido
aprietes y degustes de mi con una mayor avidez,
mi turgente masculinidad,
haciendo de este momento
el clímax total
el estallido final
la descarga completa Sutilmente te vas despojando de mí
dejándome ver como reposa en toda la llanura de tu boca
la ardiente y untuosa lava
de mi volcanidad…
(CONTINUARÁ)
Comentarios
YAMILETH
Por lo demas muy bueno, crei que era a mi a quien felaban.jejeje