Si, así...haz que suene como gato sediento bebiendo su leche.
Mi humedad tibia, expectante y ansiosa, ha emergido desde lo más profundo de mi gruta carnosa para tu delite bucal.
Hoy, en este viernes por la mañana, estoy pensando en ti, en tus labios, en tu lengua, en la forma en cómo me lames.
Tenemos días sin vernos y ando muy ansiosa.
Confieso que me he masturbado con todos los juguetes que me regalaste, para esos días en que tengo la ausencia de tus morbosidades.
Pero... ¿sabes qué?... te extraño.
Extraño como tu barbilla me recorre mis piernas, como preludio a que te comas mi manjar, tu manjar.
Extraño esa manera muy sutil y sigilosa en que, al principio te muestras.
¡Puras mentiras!
Así empiezas, pero luego te transformas.
El aroma excitante de mi vulva hace que salgan de ti, palabras obscenas, que sabes bien lo que me hacen encender.
Haz con tu lengua, que suene cada chapoteo de mis jugos salados, como si de una fiera que viene sedienta del desierto de la abstinencia carnal se tratase.
Ven, ya...¡cómeme!
Comentarios