Ese universo en el que las emociones están al borde del colapso, las miradas duran más que una reunión de trabajo que pudo ser un email, y los problemas siempre parecen dignos de un Shakespeare con fiebre. Y si alguien ha logrado encapsular esta esencia en su forma más pura, casi como un perfume de feromonas narrativas, es Culpa Nuestra.
Esta joyita del drama juvenil es la última entrega de la trilogía Culpa Mía (porque claro, cuando algo funciona, hay que exprimirlo hasta la última gota). Y vaya que lo han hecho. La serie nos sumerge en una historia donde el amor prohibido, las traiciones y los plot twists más predecibles del mundo se sirven en bandeja de plata. Pero tranquilos, que aquí estamos para analizar la magia de este espectáculo de sentimientos exaltados y decisiones cuestionables.
El guion: una obra maestra de la obviedad
Los diálogos de Culpa Nuestra son un homenaje descarado a las frases que todos hemos oído en nuestra adolescencia, pero con un filtro de intensidad que haría que hasta un poema de Neruda sonara tibio.
— "No puedo estar sin ti, pero tampoco puedo estar contigo".
¿Pero qué es esto? ¿Una crisis existencial o una publicidad de helado de vainilla? El guionista claramente estudió en la prestigiosa Universidad de Frases Tóxicas Aplicadas y se graduó con honores.
Los personajes: bienvenidos al club de los arquetipos
Como experto en dramaturgia (título que me acabo de otorgar porque aquí todos podemos hacerlo), debo decir que los personajes son una oda a los clichés más deliciosos del género:
- El chico malo pero con un trauma que justifica todo 🖤: Tiene mirada intensa, chaqueta de cuero y un pasado oscuro que usa como excusa para ser... bueno, un imbécil con encanto.
- La protagonista con ínfulas de independiente, pero que en realidad vive para el romance 💔: Fuerte pero frágil, inteligente pero siempre toma decisiones horribles. Ah, el balance perfecto para que el guion avance.
- El exnovio que existe solo para que haya celos y peleas en la lluvia 🌧️: Si este tipo desapareciera, la trama se reduciría a la mitad.
- La mejor amiga con más sentido común que la protagonista pero que nadie escucha 📢: Un personaje cuya existencia solo refuerza la estupidez del resto.
El romance: tóxico pero con estética
Si hay algo que Culpa Nuestra nos enseña es que el amor no se trata de compatibilidad, confianza o estabilidad emocional. No, amigos. Se trata de miradas ardientes, peleas en lugares innecesariamente lujosos y reconciliaciones apasionadas en habitaciones con iluminación cálida.
El final: predecible, pero no nos importa
Sabemos cómo termina. Lo sabemos desde el minuto cinco del primer episodio. Pero, ¿acaso importa? No venimos aquí por sorpresas narrativas. Venimos por el drama, las lágrimas con maquillaje perfecto y la confirmación de que el amor juvenil sigue siendo tan caótico y adictivo como siempre.
En conclusión, Culpa Nuestra es todo lo que esperábamos: una montaña rusa de decisiones cuestionables, química explosiva y una trama que, aunque absurda, es completamente irresistible.
Y como buen espectador que ama el arte del análisis profundo (pero también disfruta de un buen guilty pleasure), solo me queda una cosa por decir: ¿cuándo sale la siguiente?
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